Olimpiada Nacional

Finalizó la Olimpiada Nacional de Ajedrez, en mi opinión un torneo de grandes emociones ya que tanto los chicos como sus acompañantes viven de manera intensa ronda a ronda...

En esta ocasión se jugó en la bella ciudad San Luis Potosí en el Hotel Maria Dolores; donde gozamos de una excelente organización, el hotel muy adecuado y preparado para recibir a los competidores, la comida tipo buffet excelente; la sala de juego amplia y agradable que contaba con una sala de espera donde se colocó una pantalla con imagenes de los chicos jugando sus partidas... muy buena idea.

Ahora se agregó a la competencia la modalidad de 15 15 minutos con su consecuente incremento de medallas tanto general como a los estados; lo que permitirá mayores apoyos para nuestra disciplina; esperemos que para el siguiente año veamos a los chicos jugar tambien la modalidad de blitz a 5 minutos.

Por lo pronto gracias a la organización por un memorable torneo; gracias a los chicos por dejar su corazón en cada partida y por supuesto a los padres, entrenadores y delegados por su apoyo invaluable.

¡Ya me tocó!

En los múltiples roles que tenemos que desempeñar, me tocó uno muy emocionante ¡ser mamá de un ajedrecista! y no es lo mismo mirar los toros desde la barrera, ¡cuántos nervios! y yo solo queria que se divirtiera.
Desde que era un bebé a mi peque le ha gustado aventar las piezas del ajedrez y se enojaba cuando "perdía", así que la personalidad de ajedrecista ya la tenía formada; siempre ha disfrutado meter la nariz mientras doy clase y distraer a quien se deje, por lo que ya aprendió a mover las piezas... por lo menos durante los primeros 10 movimientos todo le sale bien.
Así, el dia 26 de abril que por parte de la Asociación Estatal de Ajedrez se realizaba el Torneo del Dia del Niño; abierto para chiquitos menores de 12 años; se animó él y me anime yo y ahi vamos.
La primer ronda le toco con una niña, la abusadora en cuestión se veía gigantesca ante mis ojos de madre; como yo no queria interferir de ninguna manera, ni siquiera que el me viera mordiendome las uñas, me fui al otro cuarto a esperar... 1 minuto, 2 minutos, 5 minutos, 15 minutos, media hora... y no salia! ¿que estaba pasando? al fin terminó y ¡empató! La pequeña (ahora si ya volvio a su tamaño normal) nunca aplastó el reloj y al comerse todas las piezas de mi niño se dio cuenta que se le habia caido el tiempo y ella misma se lo notificó al árbitro, fiuuu, vaya suerte.
La segunda y la tercera ronda fueron un remolino de niños corriendo por toda la sala de juego, el se tardó en salir unos 10 o 15 minutos después de que empezará cada ronda y muy feliz.
Ya podía empezar a relajarme,
La última ronda, ya está listo el pareo y a mi chiquitin le toca "bye" ¡que maravilla!, un puntototote (a mis ojos de madre es más grande, recuerden) ya podemos bailar lambada.
Luis Alfonso solo me preguntá ¿gané, mamá? si, mi amor, ganaste un punto, respondo; sus ojitos brillan y mi corazón ya es un frijol saltarin de contento.

pd.-la bolsa de dulces que ganó por haber participado en el torneo, lo mantuvo como demonio de tazmania despierto hasta altas horas de la noche (a las 11:00 p.m, tiene 4 años y debe dormirse a las 9:00)

¿será?

"No hay posiciones perdidas, solo ajedrecistas que no encuentran"